CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA, RUBEN DARÍO
CANTOS DE VIDA Y ESPERANZA, RUBEN DARÍO

Cantos de vida y esperanza. contiene poemas intimistas donde se exaltan los valores latinoamericanos. Este libro ha servido durante años para inducir a los adolescentes de América Latina al mundo de la poesía moderna.
Sinopsis
En Cantos de vida y esperanza,
Darío comparte sus confesiones “lanzado a la conquista de una felicidad
esquiva”. Aparecidos originalmente en diarios hispanoamericanos entre 1892 y
1905, los poemas de Cantos de vida y esperanza suponen una nueva etapa en la
decisiva contribución de Rubén Darío a la poesía en lengua
española.
La fascinación por las princesas,
los bailes y los paisajes bucólicos de Prosas profanas cede paso en estos
versos a un tono a veces metafísico y otras veces confesional; y, en muchos
momentos, se impone en ellos una mirada irónica y desencantada sobre el lugar
equívoco del poeta en medio del tráfico urbano.
Al mismo tiempo profundiza su trabajo
de modernización de los metros, los ritmos y el lenguaje de la poesía,
en este libro Darío se permite rescatar formas por entonces olvidadas del
cancionero español.
Libro
otoñal del poeta, al que se le va escapando la juventud. Dramas íntimos.
No hay nunca en Darío la gran tragedia. Fue siempre
aquel niño grande que le tuvo miedo a la muerte, pero un miedo físico,
corporal. El miedo de un gran sensualista enfermo de soledad espiritual. Desde
Azul (1888), se vislumbraba su preocupación por el gran misterio de la vida. La
muerte, lo obsesiona ahora como cosa concreta que pondrá fin a los goces de la
carne.
En este
libro la temática se diversifica más y se hace más grave. Ya no es el francés
de la vida versallesca, ya no es el parisiense de los placeres refinados. Ahora
aborda el tema español. Vuelve por los fueros de la raza y le canta a la España del
siglo de oro, la clásica e imperial, no la decadente de su tiempo. Amó siempre
el esplendor, la púrpura, el oro y el armiño, y se inspira en la
España de los Felipes, grandiosa y colorista. Darío manifiesta preferencia por
el tema americano, pero su obra tiene mucho de poesía ocasional, como su
Salutación al Águila. Y vendrá el rápido derrumbe físico del gran artista que
lanzará su más alto acento metafísico en "Lo Fatal", donde se observa
un gran cambio: junto a lo pagano o lo erótico, aparecen tonos graves,
inquietud, amargura.
La
preocupación humana, a veces al filo de lo social, como en "Salutaciones
del optimista", "A Roosevelt", en la "Letanía de nuestro
Señor Don Quijote". No menos importante es el cambio psicológico del
poeta, si antes su preocupación era el placer, la vida bohemia, la búsqueda de
las sensaciones raras, en una palabra el Hedonismo, ahora por
primera vez mira hacia adentro, se preocupa por el destino personal y por el
significado de la existencia. Esto es lo que se encuentra en poesías como
"Yo soy aquel" "Lo fatal" y los “Tres nocturnos”. No hay
que olvidar que en hispanoamérica las olas literarias europeas se mezclaban:
los poetas leían a los parnasianos y después a los decadentes, Darío se guió
por Víctor Hugo y
modelos parnasianos, leyó también a Gautier, Leconte de Lisle, Cautelle
Mendés.
Este
poemario muestra como el poeta ya ha madurado a través de los años, aquí ya
deja el abordamiento a los temas exóticos y se enfoca más en la realidad
latinoamericana y lo que el futuro le depara a esta, también se observa un
temor por la muerte, que cada vez la siente más y más próxima, la búsqueda de
la fe, etc.
Se
manifiesta una preferencia por el tema americano, se observa la preocupación
humana, a veces en el aspecto social. Y en este libro se observa un gran
cambio psicológico, si antes su preocupación era el hedonismo, ahora por
primera vez mira hacia adentro, se preocupa por el destino personal y por el
significado de la existencia, es decir lo metafísico.
Comentarios
Publicar un comentario