JICARAS TRISTES- ALFREDO ESPINO
JICARAS TRISTES- ALFREDO ESPINO
El poeta
niño, un idealista, un reservado, un romántico, un hombre sedicioso y acéfalo
desvaído, propenso de lo más pulcro de la vida. Por más sencillas que
fuesen, por más sencillas que parezcan, encuentra la ternura delicada de cada
elemento que pudiese desnudarse y resaltar su belleza natural al margen de todo
lo que le encerrase. Un impulsivo sentimental atado en sus propias
emociones, insigne en el arte de la poesía, la música y la pintura, aún que sería
la poesía la que pasaría a inmortalizarlo. Hablamos de Edgardo Alfredo
Espino Najarro.
Cruel
desenlace de su vida, rodeada de misterios, pero hecho que dio a luz el único
legado que nos dejó Espino. Su obra jícaras tristes, que en mis condiciones
como estudiante me atrevería a llamarla como un usufructo cultural, que bien
podría, ser promocionada de manera más amplia con el fin de enriquecer la
literatura salvadoreña.
Jícaras
tristes, es un espejo que refleja la belleza interna de nuestros paisajes
cuscatlecos, no es sólo una colección de poemas, pues Espino en cada uno
de sus versos consigue introducir al lector en el vivo sentimiento de cada
paraje, cerro, montaña, volcán, cañaveral, ríos, o valles. Muchos de sus poemas
están cargados de melancolía, y pasiones combinadas con aromas, colores, tradiciones y
geografía de la tierra cuscatleca. Aún que un par de poemas recaen
en la figura femenina.
Espino
sabio algo, que los demás no sabíamos, el veía vislumbre donde los demás no
podían ver, cabe la posibilidad que el misterio de la vida, no era una barrera
en su existencia y en su pensar.
- ¿Quizá
fue este misterio que le quitó la alegría en sí mismo? -
- ¿Quizá
una de sus múltiples crisis depresivas, unidas a la ingesta de bebidas alcohólicas?
-
- ¿Quizá
la infortuna en el amor? -
-La muerte
de Alfredo espino es y será un secreto- Siendo este, un hecho de inferencia de
todos aquellos lectores que abracen su fragancia poética-.
Casucas,
auras del bohío, dulcedumbre, panoramas y aromas, pájaros de leyenda, el alma
del barrio, son los apartados que componen jícaras tristes, sin embargo, sólo
recoge una parte de la producción del autor, ya que algunos de sus poemas
pudieron perderse pues la recopilación y selección de los poemas fue labor
realizado por su propio padre Alfonso Espino.
Jícaras, tiene
un estilo de poesía delicada y singular ternura, algunos sonetos y versos
libres rinden homenaje, al hombre campesino, vegetación, animales y la tierra
salvadoreña. Personalmente, su apartado “pájaro de leyenda”, es el cantar más
profundo a la naturaleza y los animales pues a pesar que siendo el más corto,
no pierden esa esencia exclusiva dirigida a las aves, que de igual manera
representan un anhelo, de libertad, y pone en evidencia la belleza exótica
de las aves, y su libre entorno, quiero presentar como vivo ejemplo, los
primeros cuatro versos del poema de la garza:
LA GARZA
Garza de Cuscatlán del suelo mío.
Y entre el cielo y las lomas desaparece,
Y en viéndola bañarse me parece
el hospital candeal con que comulga el río.
Pues que
hermosura figurar un animal tan majestuoso que por su naturaleza es libre, y
viva de colores alegres, como estrellas fugases de día que traen amarrado
su canto.
Entonces
podemos concluir que, jícaras tristes es un canto a la tierra salvadoreña,
que fluye como corriente de agua de un rio, llenando diferentes pozas de agua
cristalinas que reflejan la belleza de nuestra tierra cuscatleca, dentro de un
cuadro paisajista.
Comentarios
Publicar un comentario