LAS 48 LEYES DEL PODER DE ROBERT GREENE
LAS 48 LEYES DEL PODER DE ROBERT GREENE
El
libro es el resultado de una investigación realizada por el escritor
estadounidense Robert Greene publicado en 1998 bajo el título The 48 Laws of
Power. Fue un éxito comercial y ha sido traducido a 24 idiomas. Muy popular
entre políticos, empresarios y otras celebridades, Greene concluye la 48 leyes
después de analizar cómo se han dirigido reyes, políticos, estrategas,
comerciantes o empresarios a lo largo de toda la historia universal sentando
las bases de la dinámica del poder. La obra contiene temas de El príncipe de Nicolás Maquiavelo y ha
sido comparado con el clásico de Sun Tzu, El
arte de la guerra, pero repasa también figuras como las de Julio César,
Napoleón, Leonardo da Vinci o Thomas Alva Edison, entre muchas otras.
Se ha convertido también en lectura obligatoria
para muchos emprendedores que, más que tomarla como guía para cumplir sus
dictámenes al pie de la letra, toman la lectura para estar avisados de ciertas
estratagemas desarrolladas por el hombre a lo largo de más de 3.000 años se
historia para ejercer el poder. “Las leyes se rigen todas por una premisa muy
simple:- dice el autor- Determinadas acciones casi siempre incrementan el poder
del individuo (la observancia de la ley), mientras que otras lo reducen e
incluso conducen a su ruina (la transgresión de la ley). Es decir que, si
respetar las leyes del poder pueden proporcionar el triunfo, ignorarlas o
despreciarlas pueden traducirse en fracaso. “Estas transgresiones y
observancias se ilustran por medio de ejemplos tomados de la historia. Las
leyes son definitivas y atemporales”, advierte el autor.
Recogemos resumidas las 48 leyes:
1.- Nunca
le haga sombra a su amo
La recomendación es esforzarse por conseguir que
aquellos que están jerárquicamente por encima de ti en la empresa se sientan cómodos
con su sensación de superioridad. “No permita que sus deseos de complacerlos o
impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su
capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir,
inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más
brillantes de lo que en realidad son… y accederá a la cumbre del poder”.
2.- Desconfía más de los amigos que de los enemigos
“Desconfié de los amigos; suelen ser los primeros
en traicionarlo, ya que caen fácilmente presa de la envidia. También suelen
convertirse en irrespetuosos y tiranos. En cambio, emplee a quien haya sido su
enemigo, y le será más leal que un amigo, ya que deberá hacer mayores esfuerzos
por demostrar su adhesión. Lo cierto es que usted debe temer más a sus amigos
que a sus enemigos…Si no tiene enemigos, busque la forma de creárselos”. El
problema en su opinión es que no siempre conocemos tan bien a los amigos como
creemos porque la tendencia es a disimular y halagar los errores.
3.- Disimula tus intenciones
“Desconcierte a la gente y manténgala en la mayor
ignorancia posible, sin melar nunca el propósito de sus acciones. Si no tienen
la menor idea de qué es lo que usted quiere logran les resultará imposible
preparar una defensa. Condúzcalos por el camino de las falsas suposiciones,
envuélvalos en una nube de humo y verá que, cuando al fin caigan en la cuenta
de las verdaderas intenciones de usted, ya será tarde para ellos”. La clave
para ello es, en lugar de mostrarse como un libro abierto, es “sofrenar la
lengua” y medir las palabras. Desmiente también que la honestidad expansiva sea
sinónimo del afecto ajeno.
4.- Decir siempre menos de lo necesario
“Cuando intente impresionar a la gente con
palabras, tenga en cuenta que cuanto más diga tanto más vulnerable será y tanto
menor control de la situación tendrá. Incluso cuando lo que diga sea sólo una
banalidad…Las personas poderosas impresionan e intimidan por su parquedad”.
Recuerda, no obstante, que hay momentos en los que no es inteligente guardar
silencio porque puede levantar sospecha o inseguridad en los superiores.
5.- Defiende ‘a muerte’ tu prestigio
“Su renombre y su prestigio constituyen la piedra
angular del poder. Basta el prestigio para intimidar y ganar”. En la misma
línea, aconseja aprender a “destruir a sus enemigos abriendo brechas en la
reputación de ellos. Luego dé un paso al costado y deje que la opinión pública
los crucifique”. Afirma también el autor que esta ley no admite excepciones.
6.- Llama la atención a cualquier precio
“Todo es juzgado por su apariencia; lo que no se
ve no cuenta. Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud o ser
sepultado por el olvido. Ponga toda su fuerza en destacarse. Conviértase en un
imán que concentre la atención de los demás, mostrándose más grande, más
atractivo y más misterioso que la gran masa, tímida y anodina”. Sería el
clásico de que “hablen de ti aunque sea para mal”, pero antes que ejercerlo
desde el principio, interesa esperar un tiempo para ir ganando altura.
7.- Que otros trabajen por ti, pero recoge tú los laureles
“Utilice la inteligencia, los conocimientos y el
trabajo físico de otros para promover su propia causa. Ese tipo de ayuda no
sólo le permitirá ahorrar mucho tiempo y energía, sino que le conferirá un aura
divina de rapidez y eficiencia. A la larga, sus colaboradores serán olvidados y
todos lo recordarán a usted. Nunca haga lo que otros pueden hacer por usted”.
Así de crudo lo dice el autor, aunque recuerda que “para ser un brillante
explotador de talentos, su propia posición debe ser inamovible, ya que de lo
contrario lo acusarán de fraudulento y engañador”.
8.- Haz que la gente vaya hacia ti
“Cuando obligue a otro a actuar, deberá ser usted
quien en todo momento ejerza el control. Siempre es mejor lograr que su contrincante
se acerque a usted y abandone, en este proceso, sus propios planes. Atráigalo
con ganancias fabulosas… y después proceda a atacar. Usted tiene todos los ases
en la mano”. Una invalidación de esta ley se produciría cuando los otros
permanecen inamovibles en cuyo caso conviene asumir el mando con algún “ataque
sorpresivo” que les lleve a reaccionar y mover ficha.
9.- Ganar por las acciones, no a través de argumentos
“Cualquier triunfo circunstancial que usted
obtenga a través de argumentación verbal en realidad es sólo una victoria
pírrica: el resentimiento y la mala voluntad que así genera son más intensos y
duraderos que cualquier acuerdo momentáneo que haya logrado. Es mucho más
eficaz lograr la coincidencia de otros con usted a través de sus acciones, sin
decir palabra alguna. No explique; demuestre”. En su opinión, el poder de la
argumentación verbal solo radica en el engaño en cuanto a “distraer y tapar sus
huellas”.
10.- Evita a los perdedores y desdichados
“La desdicha de los demás puede conducirlo a la
muerte: los estados de ánimo son tan contagiosos y tóxicos como una enfermedad
infecciosa. Aunque sienta que debe tenderle una mano a alguien que se está
hundiendo, lo único que logrará con ello será acelerar su propia caída”. Decir
que, en ese punto, tampoco observa el autor invalidación alguna. “No se gana
nada asociándose con quienes sólo contagian miseria y sus desgracias. En
cambio, al acercarse a los afortunados sólo ganará poder y buena suerte”, sostiene.
11.- Haz que la gente dependa de ti
“Para mantener su independencia, es indispensable
que los demás lo quieran y necesiten. Cuanto más confíen y dependan de usted,
tanto más libertad usted tendrá. Haga que la gente dependa de usted para lograr
su felicidad y prosperidad, y no tendrá nada que temer. Nunca enseñe a los
demás lo suficiente como para que puedan arreglárselas sin su ayuda”.
Como punto débil de esta ley recuerda Robert
Greene que, en cierta medida, “usted también depende de ellos. Pero superar
esta situación implica deshacerse de sus superiores, lo cual significa
arreglárselas solo, sin depender de nadie”.
12.- Utiliza, de vez en cuando, la franqueza y la generosidad
“Un gesto sincero y honesto compensará docenas de
actitudes dictadas por la hipocresía y la falsedad. El gesto de franca y
honesta generosidad hace bajar la guardia aun al individuo más desconfiado. Una
vez que su sinceridad selectiva haya abierto una brecha en la armadura del
otro, podrá manipularlo y embaucarlo a su antojo”. Claro que administrar esta
ley requiere de cierta cautela dado que no podrá llevarse a cabo cuando ya
cargas con un largo historial de fraudes y engaños.
13.- Pide ayuda apelando al egoísmo del otro
“Si necesita recurrir a la ayuda de un aliado, no
se moleste en recordarle el apoyo que usted le dio en el pasado, o sus buena.;
acciones. Lo pasado se ignora se olvida. Si, en cambio, al formular su pedido
de colaboración usted muestra elementos que beneficiarán a la otra persona y
hace gran hincapié en ellos, su contrincante responderá con entusiasmo a su
solicitud, al detectar el beneficio que podría obtener”. Reconoce, no obstante,
que hay quien retrocede ante este tipo de argumentos, por lo que interesa
observar primero la forma de proceder habitual.
14.- Muéstrate como un amigo pero actúa como un espía
“Es de fundamental importancia saberlo todo sobre
su rival. Utilice espías para reunir información valiosa que le permita
mantener siempre una ventaja sobre él. Y mejor aún: haga usted mismo de espía.
Aprenda a sondear con cuidado a la gente en corteses encuentros sociales.
Formule preguntas indirectas para lograr que el otro revele sus intenciones y
sus debilidades. Toda ocasión es buena para ejercer el arte del espionaje”.
Recuerda, sin embargo, que igual que tu, el enemigo puede utilizar la misma
estratagema de manera que, lo mejor, es proporcionar información falsa, algo
que también puede estar haciendo tu enemigo.
15.- Aplasta por completo a tu enemigo
“Empezando por Moisés, todos los grandes líderes
de la’ historia sabían que era necesario aplastar por completo al enemigo al
que temían. (En algunas oportunidades aprendieron esta lección a fuerza de
golpes.) Si se deja encendida una sola brasa, por muy débil que sea, siempre se
corre el riesgo de que vuelva a desencadenarse un incendio. Se ha perdido más
por una aniquilación a medias que por una exterminación total: el enemigo se
recuperará y buscará venganza”. Este punto parece ya más aplicable el campo de
batalla real, aunque también contempla la posibilidad de dejar que “el enemigo
de autodestruya”.
16.- Utiliza la ausencia para incrementar el respeto y el
honor
“Demasiada oferta reduce el precio: cuanto más lo
vean y oigan, tanto menos necesario lo considerarán los demás. Si ya ha
afirmado su posición dentro de un grupo determinado, un alejamiento temporal
hará que hablen más de usted, e incluso que lo admiren. Deberá aprender cuándo
alejarse”. La ley, precisa, solo es aplicable al gozar de cierto nivel de poder
porque, al principio, es casi mejor ser omnipresente.
17.- Mantén el suspenso
“El ser humano es hijo del hábito y tiene una
necesidad insaciable de sentirse familiarizado con las actitudes de quienes lo
rodean. Si usted se muestra predecible, confiere a los demás la sensación de
tener cierto control sobre usted. Invierta los papeles: muéstrese
deliberadamente impredecible. Las actitudes que en apariencia carecen de
coherencia o propósito desconcertarán a los demás, que se agotarán tratando de
explicarse sus movimientos y acciones”. Sin embargo, en terminados casos ser
predecible puede ser aconsejable porque produce el relajamiento y
adormecimiento de quienes le rodean y sorprenderlos cuando menos se lo esperan.
18.- Evita el aislamiento
“El mundo es un sitio peligroso y los enemigos
acechan por doquier; todos necesitan protegerse. Una fortaleza se presenta como
la alternativa más segura. Pero el aislamiento lo expone más de lo que lo
protege de los peligros que lo rodean, ya que lo aísla de información valiosa y
lo destaca como un blanco fácil para los demás. Es mucho más seguro circular,
mezclarse entre la gente y buscar aliados”, dice Robert Greene. Claro que
ninguna de las reglas enunciadas hasta ahora parecen facilitar el paso a la
amistad.
19.- No ofendas a la persona equivocada
“En el mundo hay muchas clases de personas
diferentes y usted no puede suponer que todos reaccionarán de la misma manera
frente a sus estrategias. Hay ciertas personas que, si usted las manipula o
engaña, pasarán el resto de su vida procurando vengarse…Elija con cuidado a sus
víctimas y a sus contrincantes, y nunca ofenda o engañe a la persona
equivocada”.
20.- No te comprometas
con nadie
“Sólo los tontos se apresuran siempre a tomar
partido. No se comprometa con ninguna posición o causa, salvo con la suya
propia. El hecho de mantener su independencia lo convierte en el amo de los
demás. Obtenga beneficios oponiendo a las personas entre sí”. El juego, no
obstante, es delicado porque cuando enfrentas a demasiados corres el riesgo de
ser descubierto y que se vuelvan en tu contra. La clave reside, según el autor,
en mantener la independencia interior y tratar de no involucrarse
emocionalmente.
21.- Muéstrate más tonto
que tu víctima
“A nadie le gusta sentirse más estúpido que los
demás. Por lo tanto, el truco consiste en hacer sentir sagaces e inteligentes a
sus víctimas y, sobre todo, más sagaces e inteligentes que usted”. No obstante,
el principio del ascenso al poder, tampoco interesa parecer demasiado tonto
sino algo más inteligente que quienes compiten contigo.
22.- Utiliza la táctica
de la capitulación
“Cuando usted sea el más débil, nunca luche
simplemente por salvar su honor opte, en cambio, por la capitulación. Rendirse
le dará tiempo para recuperarse, tiempo para atormentar e irritar al vencedor,
tiempo para esperar a que el poder de éste se diluya. No le dé la satisfacción
de luchar y ser vencido por él. Capitule antes de ser derrotado”.
23.- Concentra tus
fuerzas
“Conserve sus fuerzas y su energía manteniéndolas
concentradas en su punto más fuerte. Ganará más descubriendo un rico yacimiento
y explotándolo en profundidad, que pasando de un yacimiento pobre a otro: la
intensidad siempre triunfa sobre la dispersión”. Como invalidación, observa los
riesgos de concentrarse demasiado en un solo objetivo.
24.- Desempeña el papel
de cortesano perfecto
“El cortesano perfecto, adulador e intrigante,
prospera y alcanza su plenitud en un mundo en el cual todo gira en torno al
poder y de la habilidad política. Domina a la perfección el arte de la
oblicuidad. Adula, se somete a sus superiores y reafirma su poder sobre los
demás de la forma más encantadora y graciosamente indirecta y falsa. Aprenda a
aplicar las leyes del cortesano, y su ascenso dentro de la corte no conocerá
límites”.
25.- Procura recrearte
permanentemente
“No acepte los papeles que la sociedad le ha
endilgado. Fórjese una nueva identidad que atraiga la atención y nunca aburra
al público. Sea el dueño de su propia imagen, en lugar de permitir que otros la
definan por usted”. Más o menos lo que ahora se entiende por marca personal.
26.- Mantén limpias las
manos
“Es necesario que, en todo momento, usted aparezca
como paradigma de la corrección y la eficiencia. Sus manos nunca se ensuciarán
por ilícitos o descuidos. Mantenga esa apariencia impecable, utilizando a otros
como testaferros o pantallas para ocultar cuando sea necesario, su
participación personal en hechos de esta índole”. Aunque recomienda utilizar la
estrategia con cautela, esta ley es una de las que más chirrían.
27.- Juega con la
necesidad de la gente de creer en algo
“La gente tiene una necesidad irrefrenable de
creer en algo. Conviértase en el centro focalizador de esa necesidad,
ofreciéndoles una causa o una nueva convicción a la que adherir: Formúlela en
términos vagos pero pletóricos de promesas. Enfatice el entusiasmo sobre el
pensamiento claro y racional. Dé a sus nuevos discípulos, rituales que realizar
y exíjales sacrificios. Ante la ausencia de una religión organizada y grandes
causas en las que puedan creer, su nuevo sistema de convicciones le conferirá
un poder inaudito”. El riesgo, recuerda, es que se persuade más a la gente en
grupo que a título individual de manera que, en caso de hacerlo mal, también
crece la posibilidad de sumar más adversarios de golpe.
28.- Sé audaz al entrar
en acción
“Si se siente inseguro frente a determinado curso
de acción, no lo intente. Sus dudas y titubeos se transmitirán a la ejecución
del plan. La timidez es sumamente peligrosa; lo mejor es encarar toda acción
con audacia. Cualquier error que usted corneta por ser audaz se corregirá con
facilidad mediante más audacia. Todo el mundo admira al audaz; nadie honra al
timorato”. En la invalidación, subraya que, sin embargo, la audacia nunca debe
convertirse “en la estrategia en que usted base todas sus acciones” bajo el
riesgo de ofender a demasiada gente.
29.- Planifica tus
acciones de principio a fin
“Un final brillante constituye el corolario que da
énfasis a todo su accionar. Planifique su camino teniendo en cuenta todas las
consecuencias posibles, todos los obstáculos y todos los giros del azar que puedan
incidir de manera negativa sobre su trabajosa elaboración y otorgar la gloria a
otros. Planificar todo un proceso, de principio a fin, evitará que lo abrumen
los factores negativos y le permitirá saber con exactitud cuándo detenerse.
Maneje la fortuna con cuidado y determine el futuro planificando a largo
plazo”. Al final recuerda, sin embargo, la necesidad de mantener cierto grado
de flexibilidad antes el advenimiento de cambios repentinos.
30.- Simula que tus
logros no requieren esfuerzo
“Su accionar deberá parecer natural y de fácil
ejecución. Toda la práctica y el esfuerzo que usted invierta en él, así como
todas las habilidosas artimañas a las que recurra, deberán permanecer ocultos.
Cuando actúe, hágalo como si la tarea que tiene entre manos fuese algo de lo
más sencillo, como si pudiese hacer todavía mucho más. Evite la tentación de
revelar lo mucho que usted trabaja, pues con ello sólo generará
cuestionamientos. No le enseñe a nadie sus trucos especiales, o los usarán
contra usted”. Se puede permitir cierta licencia para revelar los mecanismos
internos siempre que sea una revelación parcial.
31.- Haz que otros
jueguen las cartas que tú repartes
“El mejor engaño es aquel que aparenta ofrecer
opciones al otro: sus víctimas sienten que controlan la situación, pero en
realidad no son sino títeres en sus hábiles manos. Presente opciones que
siempre le sean favorables, independientemente de cuál de ellas elijan los
demás. Oblíguelos a optar entre el menor de dos males y logre que cualquiera de
las dos elecciones resulte a favor de usted”. La táctica es especialmente
recomendable para aquellos que tienen un poder frágil. El problema es que, al
limitar las opciones de los demás, también puedes limitar las tuyas.
32.- Juega con las
fantasías de la gente
“Muchas veces se evita la verdad porque suele ser
dura y desagradable. Nunca recurra a la verdad ni a la realidad, salvo que esté
dispuesto a enfrentar la ira que genera la desilusión. La vida es tan dura y
problemática que aquellas personas capaces de inventar ilusiones o conjurar
fantasías son como oasis en el desierto: todos van hacia ellas. Apelar a las
fantasías de las masas es una fuente inmensa de poder”. También esta hay que
manejarla con habilidad y nunca acercarse demasiado a un punto en el que se exijan
pruebas o resultados concretos.
33.- Descubre el talón de
Aquiles de los demás
“Todo individuo tiene un punto débil, una fisura
en la muralla que rodea su fortaleza. Por lo general, esa debilidad es algo que
le causa inseguridad, o una emoción o una necesidad que lo supera. También
puede ser un pequeño placer secreto. Sea lo que fuere, una vez que usted la
haya descubierto esa debilidad se convierte en un elemento de presión que podrá
manejar a su antojo y, por supuesto, siempre a su favor”. Recuerda que tú
también los tienes y asegúrate de que el resto los desconocen.
34.- Actúa como un rey
para ser tratado como tal
“Su forma de actuar determinará cómo lo tratarán
los demás: a la larga, una presencia vulgar o común hará que la gente le pierda
el respeto. Porque un rey se respeta a sí mismo e inspira el mismo sentimiento
en los demás. Al adoptar una actitud de rey, mostrando confianza en su propio
poder, logrará que lo consideren destinado a llevar una corona real sobre la
cabeza”. La táctica nunca deberá apoyarse en la humillación de los demás.
35.-Domina el arte de la
oportunidad
“Nunca demuestre tener prisa ya que el apuro
delata una falta de control sobre el tiempo y sobre su propio accionar.
Muéstrese siempre paciente, como si supiera que, con el tiempo, todos sus
deseos se cumplirán. Conviértase en especialista en el arte de detectar el
momento propicio para cada cosa. Descubra el espíritu de los tiempos actuales y
las tendencias que lo llevarán al poder”.
36.-Menosprecia las cosas
que no puedes obtener
“Al prestar atención a un problema trivial, lo
convierte en real y le confiere importancia. Cuanta más atención le preste a un
enemigo, más lo fortalecerá…Si hay algo que usted desea pero no puede obtener,
menosprécielo. Cuanto menos interés demuestre, mayor será el nivel de
superioridad que verán los demás en usted”. Obviamente, hay problemas a los que
deben prestarse atención necesariamente y afrontarlos cuanto antes con
acciones, no con desprecio. De lo contrario, el problema se acrecentará.
37.-Armas espectáculos
imponentes
“Una imaginería impactante y gestos simbólicos
grandiosos generan aura de poder ya que ejercen gran atracción sobre todos.
Presente espectáculos imponentes para quienes lo rodean, plenos de elementos
visuales fascinantes y radiantes simbolismos que enfaticen su presencia”. “No
se puede lograr el poder si se ignoran las imágenes y los símbolos. No hay
invalidación posible para esta ley”, concluye al final.
38.-Piensa como quieras,
pero compórtate como los demás
“Si usted hace ostentación de ir contra la
corriente, alardeando acerca de sus ideas poco convencionales y sus actitudes
heterodoxas, la gente pensará que usted sólo desea llamar la atención y que
desprecia a los demás. Encontrarán la forma de castigarlo por hacerlos sentir
inferiores. Es mucho más seguro confundirse con la masa y adoptar un cierto
aire común. Limítese a compartir su originalidad con amigos tolerantes y con
aquellas personas de las que está seguro que aprecian su forma de ser diferente
y especial”. Dice que la única situación en la que vale destacarse es cuando ya
se disfrute de una posición destacada.
39.-Revuelve las aguas
“La ira y las emociones son estratégicamente
contraproducentes. Siempre deberá mantenerse sereno y objetivo, pero si puede
enfurecer a sus enemigos mientras usted conserva la calma, obtendrá una ventaja
decisiva. Desubique a sus enemigos: descubra la grieta, a través de la cual
pueda sacudirlos y manejarlos”. Ya se sabe aquello de, “a río revuelto…”pero el
autor recuerda que hay peces que “más vale dejar en el fondo del estanque”, así
que precaución.
40.-Menosprecia lo
gratuito
“Todo lo que es gratuito es peligroso, ya que por
lo general implica alguna treta o un compromiso oculto. Las cosas que tienen
valor valen la pena pagarse. De esta manera, no estará obligado a gratitud
alguna, se verá libre de culpa y evitará fraudes y engaños. Lo más inteligente
es, a menudo, pagar el precio total. Cuando hablamos de excelencia no hay
gangas”. Así que, si quieres aprovecharte del efecto que produce lo gratuito,
sé tú quien lo ofrece.
41.-Evita imitar a los
grandes hombres
“Lo que se produce por primera vez siempre parece
mejor y más original que lo que viene después. Si usted sucede a un gran hombre
o tiene padres célebres, deberá lograr el doble para poder superar la imagen de
ese ‘modelo’. No se pierda en la sombra de esos ‘grandes’ ni se quede estancado
en un pasado que no es obra suya: encuentre su propia identidad y reafírmela
con su accionar diferente. Elimine a ese padre dominante, reniegue de su
herencia y gane poder a través de sus propios méritos”.
42.-Muerto el perro, se
acabó la rabia
“Los problemas suelen tener su origen en un solo
individuo fuerte: el instigador, el subalterno arrogante, el sembrador de
inquinas y resentimientos. Si usted deja espacio para el accionar de este tipo
de individuo, otros sucumbirán a la influencia del personaje. No espere a que los
problemas que él causa se multipliquen, y no trate de negociar con él, pues es
irrecuperable. Neutralice esa influencia, aislándolo o eliminándolo. Recuerde
que, muerto el perro, se acabó la rabia”.
43.-Trabaja sobre el
corazón y la mente de los demás
“La coerción provoca una reacción que, con el
tiempo, puede actuar contra usted. Es necesario lograr, mediante maniobras de
seducción, que los demás se muevan en la dirección que usted desea. Una vez
seducida, la persona se convierte en su leal servidor. Y la forma más eficaz de
seducir a alguien, consiste en manejar con habilidad las flaquezas y la
psicología del individuo. Debilite la resistencia del otro a través de la
manipulación de las emociones, jugando con lo que el otro ama y valora, o lo
que teme. Si usted ignora el corazón y la mente de los demás, terminarán
odiándolo”. La regla, en opinión del autor, es válida sin excepción alguna.
44.-Desarma y enfurece
con el efecto espejo
“El espejo refleja la realidad pero también es el
arma perfecta para el engaño: cuando usted refleja a sus enemigos, haciendo
exactamente lo que hacen ellos, sus rivales no lograrán deducir su estrategia.
El Efecto Espejo los burla y humilla, lo cual los lleva a reaccionar en forma
desmedida. Al poner un espejo frente a su psique, usted los seduce con la
ilusión de que comparte sus valores. Al reflejar sus acciones en un espejo, les
enseña una lección. Son muy pocos los que pueden resistirse al poder del Efecto
Espejo”. La advertencia aquí es cuidarse de las situaciones que son solo
reflejos o lo que creemos ver en lugar de la situación real.
45.-Introduce cambios
pero no modifiques demasiado
“En teoría, todo el mundo comprende la necesidad
del cambio, pero en el nivel cotidiano el ser humano es hijo de la costumbre.
Demasiada innovación resulta traumática y conducirá a la rebelión. Si usted es
nuevo en una posición de poder, o un tercero que intenta construir una base de
poder, haga alarde de respetar la forma tradicional de hacer las cosas. Si se
impone un cambio necesario, hágalo aparecer como una leve modificación positiva
del pasado”.
Observa en este punto el autor que, al hablar de
artes, moda o tecnología “parecerían ser áreas en las cuales el poder proviene
de la creación de una ruptura radical con el pasado para abrir nuevos caminos.
Es verdad que una estrategia de este tipo puede ofrecer gran poder, pero
también implica grandes riesgos. Es inevitable que las innovaciones de uno sean
superadas por otros. Es algo sobre lo cual usted tiene poco control: alguien
más joven y más creativo avanza de pronto en una nueva dirección, y entonces la
audaz innovación que usted impuso ayer parece hoy chata y aburrida. Es una
carrera que no termina nunca”.
46.-Nunca te muestres
demasiado perfecto
“Siempre es peligroso mostrarse superior a los
demás, pero lo más peligroso de todo es parecer libre de toda falla o
debilidad. La envidia genera enemigos silenciosos. Lo inteligente es poner de
manifiesto, de vez en cuando, sus defectos y admitir vicios inofensivos, a fin
de desviar la envidia y parecer más humano y accesible”.
47.-No vayas más allá del
objetivo original
“El momento del triunfo es a menudo el momento de
mayor peligro. En el fragor de la victoria, la arrogancia y un exceso de
confianza en sus fuerzas pueden llegar a impulsarlo más allá de la meta que se
había propuesto en un principio, y al ir demasiado lejos, serán más los
enemigos que se creará que los que logre vencer. No permita que el éxito se le
suba a la cabeza. No hay nada como la estrategia y la planificación cuidadosa.
Fíjese un objetivo y, cuando lo alcance, deténgase.
48.-Sé cambiante en la
forma
“Al adoptar una forma definida y tener un plan
claro para todo el mundo, usted se convertirá en el blanco de ataques diversos.
En lugar de brindar a sus enemigos algo concreto que atacan manténgase
flexible, adaptable y en movimiento… La mejor forma de protegerse es mantenerse
tan fluido y amorfo como el agua. Nunca apueste a la estabilidad ni a un orden
perdurable. Todo cambia”.
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